Por la tarde he paseado,un recorrido corto para estirar las piernas antes de cenar. Las tardes son ya más largas, la primavera ha cargado de azahar los naranjos de mi calle y su aroma dulzón solivianta los sentidos.
Sin embargo he vuelto confundido, no todo es vida en esta estación. Debajo de cada arbol una alfombra de flores blancas adorna la acera y si te fijas bien se pueden ver cosas entre ellas.
Hoy he visto tres animales muertos, primero una salamanquesa aplanada y hueca, después un gorrión inerte con las plumas todavía brillantes. Y, por fin, una mariposa blanca a la que el viento movía las alas aparentando un ilusorio intento por volar.
Y si caminas despacio y vuelves la vista al pasar de largo un naranjo las flores blancas empiezan a virar a marrón.
Todos estos cadáveres tenían ya sus flores que también morían, en primavera.
Esta mañana me encuentro con dos amigas, una me cuenta un problema que ha tenido y que por su causa se encuentra triste y un poco turbada, sin embargo la otra estaba más turbada y feliz.
ANA.- Pero no debería darnos tanto corte por hablar de sexo.
PEPI.- Claro, si ya no nos asustamos de nada, mejor hablar de sexo que de política, o de la guerra o el terrorismo.
ANA.- Pero no debería darnos tanto corte por hablar de sexo.
PEPI.- Claro, si ya no nos asustamos de nada, mejor hablar de sexo que de política, o de la guerra o el terrorismo.
ANA.- Pues mira, podríamos decir habla de sexo y no de guerra una nueva consigna.
ANTONIO.- ¡Ya está, lo tengo! Creemos un foro de sexo, nos filmamos nuestras relaciones sexuales y, por supuesto, sin ánimo de cotillear, nos vemos unos a otros, nos comentamos y finalmente podríamos puntuarnos. Me presento voluntario para moderador.
Por ejemplo, yo veo un video tuyo Ana, y te lo comento:
-Bueno tu no has estado mal, pero cuando tu marido hace el salto del tigre, le falta algo, quizás debería gritar más, queremos ver ese tigre de bengala que lleva dentro y lo peor de todo es que no te ha arañado, Ana has terminado sin un rasguño, eso no he, tenemos que implicarnos más, ¿Vale?
Bien pues para el próximo día me lo traes repetido tres veces.
¿Cómo, que estas con la regla? Bueno no te preocupes, a ver Pepi o Mari, una de las dos tenéis que practicar con José , tú Ana me lo filmas todo.
¿Qué os parece?¿Interesante verdad? Es más si la cosa nos va bien deberíamos extender y crear una página Web para expandir el foro a toda la red.
BELISA.- Pues yo, todavía no entiendo porqué me tuviste que llamar "ninfómana"
BELISA.- Pues yo, todavía no entiendo porqué me tuviste que llamar "ninfómana"ANTONIO.- Bueno, en realidad, tú te lo buscaste. Verás durante una temporada te dio por alardear de tus relaciones sexuales, siempre que salía el tema tú tenías que concluirlo enumerando las hazañas con tu Manolo, calidad y cantidad a raudales.
Pero resulta que cuando hablamos de sexo siempre lo hacemos de broma, nunca nadie cuenta nada íntimo. Tú si, el problema es que a ti, a veces te confunde el sentido del humor y te tomas en serio una broma o bromeas cuando algo va en serio. Por esto mismo unos días después yo hice un comentario, como siempre bromeaba, que fue más o menos así:
-Que sueño tengo, no he dormido nada y lo peor es que ni siquiera ha sido por practicar sexo toda la noche. A ti te faltó tiempo para saltar como un resorte bien engrasado:
-Si, si, toda la noche, tú una vez a la semana ¡como mucho!
Si me hubieses llamado impotente, nadie hubiese notado la diferencia. Solo me quedaba una opción y no era otra que responderte:
-Claro, como tu eres una ninfómana.
Fue como pescar atunes, solo que la almadraba la puso el mismo atún.
CONTINUARÁ
No se que comería ayer, pero hoy llevo todo el día con gases.
No se que comería ayer, pero hoy llevo todo el día con gases.
Y eso me hace pensar constantemente en cosas que lleven gas, como por ejemplo:
Sopa de gaseosa, me extraña que el cocinero Adria no la tenga en su menú.
Ovulos vaginales efervescentes y para no driscriminar a nadie, supositorios ¿por qué no?
Piscinas de agua con gas.
Si modificaramos ligeramente algún gen quizas se podría conseguir que los pedos fuerean de colores, esto sería de gran utilidad además de divertido y colorista.
Juanito acababa de levantarse y conversaba con su madre mientras desayunaban.
LOS PIJAMAS LLEVAN BOLSILLOS PARA GUARDAR SUEÑOS
Juanito acababa de levantarse y conversaba con su madre mientras desayunaban.
-Mamá, necesito un pijama con muchos bolsillos, los que tengo ahora solo llevan uno o dos y no son suficientes, un niño puede llegar a utilizar siete u ocho, o a lo mejor más todavía, depende de la imaginación que tenga cada uno. Mis amigos tienen cuatro o cinco, algunos incluso tienen en el pantalón un par de ellos, sobre todo en verano, esos pijamas suelen llevar más bolsillos, pero ahora en invierno, con estos tristes pijamas solo puedo disponer de uno pequeñito en el pecho, y encima con los madrugones y las prisas para ir al colegio no me da tiempo a saborearlos, si no haces algo y pronto, dentro de poco tomaré la determinación de acostarme con una mochila.
-¿Pero que es todo esto que me estas diciendo, Juanito, hijo mío?-
Le respondió su madre intrigada.
-Los pijamas que tienes, son todos nuevos, prácticamente los estas estrenando, además, tu me ayudaste a elegirlos. ¿Que más te da si tienen bolsillos o no? Lo importante es que duermas calentito, además los bolsillos solo sirven para meter cosas y esto resulta muy incomodo, acabarías clavándotelas para amanecer lleno de señales y moretones.
Juanito se dio cuenta de que su madre no lo entendía y le respondió:
-Si mamá pero no se trata de llenar los bolsillos antes de acostarme sino mientras duermo, para despertarme con los bolsillos llenos de sueños, porque tu me dirás para que han de servir sino, cuando nos vamos a dormir no necesitamos nada, solo estar cansados y muertos de sueño y eso no lo podemos llevar en el bolsillo. Y te digo esto porque he notado que últimamente y sobre todo desde que acabó el verano no consigo acordarme de ningún sueño al despertarme, apenas un poco del último, el que se quedó acurrucadito en el bolsillo.
-Bueno, ya hablaremos de esto después, ahora termina de desayunar y no te entretengas más, -
Le respondió apresuradamente su madre.
En el camino al colegio lo intento con su padre:
-Papá, ¿tu crees que los sueños se pueden guardar?
-Por supuestos hijo mío, en cuanto aprendas a escribir bien del todo, podrás apuntarlos y guardarlos, y cuando tengas muchos y seas un poco más grande te dejaré usar el ordenador para que los pases a limpio.-
Le respondió su padre mientras conducía.
Nada, que no había manera de que le hicieran caso, su madre siempre estaba ocupada y su padre era demasiado. Por ultimo lo intentó por la tarde cuando fue a merendar a casa de su abuela:
-Abuela, tengo un problema con mis padres, les he contado que los bolsillos de los pijamas sirven para guardar los sueños y no me hacen caso, ¿tu crees que puede ser cierto?
-Si tú lo crees, yo también me lo creo, además debe ser muy bonito despertarse y revivir todos los sueños bonitos, suponiendo que todos sean bonitos, ¿qué harás si alguno sale malo?, es decir si tienes pesadillas.
-Bueno, lo mejor en ese caso sería deshacerse rápidamente del pijama, incluso echarlo al cesto de la ropa sucia.
-¿Qué te parece si te arreglo el pijama viejo que tienes aquí en mi casa?, ese verde de franela que usas cuando te quedas a dormir alguna noche y que ya casi no te puedes poner, le bajare un poco a los pantalones y si encuentro una tela que se le parezca, le añadiré unos cuantos bolsillos. ¿ Con cuatro tendrás suficiente?
-Seguramente, no esta mal para empezar. ¿Te puedo ayudar?
-Bueno, puedes empezar buscando un trozo de tela en aquel baúl, selecciona las de color verde.
Y así quedó la cosa, de momento. Hasta que Juanito volvió a visitar a su abuela, esta le tenía preparado un paquetito especial que le entregó antes de irse mientras le guiñaba un ojo y se acercaba el dedo a la boca disimuladamente.
Juanito ni se acordaba, solo cayó en la cuenta ya de vuelta a casa en el coche de sus padres. Al acostarse se puso su el pijama y trató de dormirse rápidamente.
A la mañana siguiente lo primero que hizo al despertarse fue meter las manos en los bolsillos buscando sus sueños, en los dos primeros no encontró nada, eso le hizo desilusionarse bastante, pero al buscar en el tercero, el del pecho, el que está justo al lado del corazón sintió algo raro como si proyectaran una película en su cerebro, no le hizo falta cerrar los ojos solo dejarse llevar por la alucinante sensación de la ensoñación, estaba soñando despierto.
EL SUEÑO DE LOS PAJAROS Y LAS HOJAS
Se vio a sí mismo tumbado boca arriba bajo un gran árbol, el césped cubría todo el suelo y cerca del suyo había otros árboles parecidos, todos altísimos y frondosos.
El sol caía lentamente, la tarde empezaba a tornarse rojiza y las sombras de los árboles se alargaban más y más. A lo lejos, una especie de nube se acercaba rápidamente, era una nube muy rara, flexible y oscilante, pero lo más extraño era que emitía un ruido. Al tenerla más cera se dio cuenta, era una bandada de pájaros, nunca antes había visto una tan grande. Se acercaba velozmente, cada vez más cerca, en un momento dado se asustó, el ruido era ensordecedor y cuando llegaron sobre él oscureció como si de un eclipse se tratara.
Se posaron en los árboles y todo quedó en calma, en completo silencio, durante unos segundos. Al mismo tiempo la noche caía y cuando el último rayo de sol languidecía en el horizonte, como si fuese una señal de aviso la bandada se puso otra vez en marcha, tan escandalosa como antes.
En un primer instante, no se dio cuenta del cambio, seguía mirando al cielo, viéndolos alejarse. La luz era ya muy escasa, pero al cabo de unos segundos notó, por fin, algo raro, los árboles estaban desnudos, sin hojas, cada pájaro se había llevado una, la bandada era tan numerosa que de una sola pasada los dejaron pelados.
Con ese pensamiento se durmió, en su sueño claro, al poco lo despertaron los pájaros, volvieron tan escandalosos como se fueron, solo que esta vez coincidiendo con el amanecer. Antes de que estuvieran lo suficientemente cerca, ya sabía lo que traían en el pico, una hoja cada uno y como esperaba se posaron todos a la vez, se callaron todos a la vez, quizás para descansar y al cabo de un ratito, se fueron todos a la vez.
Ese era el final del sueño, su madre, desde la cocina parecía empezar a desesperarse por el modo en que lo llamaba, seguramente no era el momento más apropiado para probar con otro bolsillo, saltó de la cama y se vistió lo más rápido que pudo.
De camino al colegio, le contó a su padre el sueño y le preguntó:
-Si esto ocurriese realmente ¿Qué motivos tendrían los pájaros para hacer eso papá?
Este lo pensó un buen rato y al fin respondió:
-¿Sabes lo que significa árboles de hoja perenne o caduca hijo.
-Si papá, lo estudiamos hace poco en el cole, los perennes nunca pierden sus hoja y los caduco las pierden en el otoño.
-Pues entonces, lo único que se me ocurre, es que por el fenómeno de las estaciones y la existencia de árboles de hoja caduca y perenne se produzca un déficit de hojas. Es decir, los pájaros con algunas hojas prestadas por los perennes, van de un lado a otro vistiendo los árboles caducos donde es de día y desvistiéndolos al caer la noche, así nunca falta sombra en verano. ¿Qué te parece?
-Claro eso lo explica todo, por lo menos en el mundo de los sueños.
Y con esto, Juanito se quedó satisfecho, hasta el próximo sueño.